Este articulo es un fragmento de un informe sobre el seminario de Pilar Alegre, una profesora de español para niños. Tras sus observaciones, sus experiencias, y por haber aplicado varios métodos enseñanza, nos hace un balance en el que nos da consejos y trucos para que la horas de clase sean lo más fructífero posible.
"Se tiende a creer que los niños aprenden una lengua extranjera más rápidamente, más fácilmente y mucho mejor que los adultos […]. No tienen miedo a hacer el ridículo y no existe una valoración por parte de los compañeros si se cometen errores.
[...]
Los temas han de tener relación con el entorno más cercano al niño […].También será más fácil todo lo que haga referencia a situaciones, objetos o hechos que se están experimentando durante el mismo tiempo en que se emite el enunciado. Identificarse con el pasado requiere un esfuerzo adicional de memoria ambiental muy grande.
[...]
Está claro que para un curso de niños también necesitamos saber qué es lo que queremos conseguir, cómo, cuándo, con qué y cómo lo vamos a evaluar. Pero al trabajar con personas de corta edad hemos de ser muy flexibles y tener una capacidad muy grande de adaptación a las situaciones que puedan surgir. […] Ejemplo: si yo, como profesora, en una sesión quiero introducir el tema del verano, porque por calendario hemos llegado a tal estación, para tal fin, compraría helados y así trabajaría la estructura “¿Quieres un helado?”.
[...]
En el seminario que impartí, del cual ha surgido este artículo, presenté un diario de clase de un curso de 10 sesiones de hora y media […] Ya que sería demasiado largo reproducir el que mostré y analicé detalladamente, me limito a algunos comentarios y conclusiones acerca de este:
- Necesidad de rituales y sesiones de estructuras similares. A los niños no les aburre, les da seguridad.
- Uso de una señal acústica para marcar el cambio de actividad.
- Alternar actividades de mayor y menor concentración. Así como actividades en reposo y movimiento. Cambiar también el lugar donde se realizan las actividades (mesas grandes, mesas pequeñas, sobre alfombra, etc. ).
- Utilizar un personaje que les acompañe a lo largo del curso para crear una memoria afectiva, una referencia emotiva.
- Utilizar la grabadora en los ejercicios de pronunciación.
- Dar tareas para hacer en casa, implicando a los padres.
- Las actividades de actividad gruesa realizarlas al final de la sesión.
- Para motivar a los alumnos y para que los padres sepan cómo se trabaja en nuestro curso, es recomendable dedicar los cinco últimos minutos a mostrarles un ejemplo de lo que se ha hecho en clase.
- Si explotamos un cuento, es muy recomendable que los niños se aprendan las últimas palabras o frases “como loritos”, ya que les resulta muy gratificante contar ellos mismos el final.
- Hacer una pausa en la que comen y/o beben algo les sirve para descansar y también para conocer un vocabulario muy cercano a ellos.
- Cualquier trabajo manual, así como fichas y dibujos que se llevan a casa potencia la motivación con el curso.
- Tapar y esconder un objeto despierta la curiosidad.
- Si participan los padres, el éxito es mucho más probable.
- Las canciones siempre es mejor introducirlas en reposo. No es fácil moverse, y, además, pronunciar bien."
"Enseñar español como lengua extranjera a niños de 3 a 6 años",
Pilar Alegre, Instituto Cervantes de Múnich.
A mi me gustó ese informe de Pilar Alegre, en la medida en que ella nos propone de enseñar el español de la forma más divertida posible, lo que me parece muy importante, sobre todo cuando se trata de niños pequeños. Es muy difícil llamar la atención de los niños en clase, y aun más difícil conservarla una vez que esta conseguida. Aquí, el método de enseñanza mediante el juego que Pilar Alegre nos propone es una buena alternativa para aliar a la vez placer y estudio del idioma, lo que es fundamental para aprender rápido y fácilmente.